sábado, 27 de junio de 2015

EL TAIJIQUAN DE WUDANG. Las Trece Posturas

EL TAIJIQUAN  DE WUDANG. Las Trece Posturas


La tradición transmitida por la comunidad taoísta de las montañas de Wudang, en la provincia de Hubei, habla de la Forma de las 13 Posturas, calificada por los máximos responsables de Wudang como "el Taijiquan original". En este artículo deseamos presentar por vez primera a los lectores de habla hispana este singular método.  
El estilo Sanfeng de Taijiquan (Tai-ch'i) es una de las ramas principales de las numerosas artes marciales practicadas por los taoístas de Wudang, reclamándose heredero directo de las enseñanzas originales del alquimista y monje Zhang Sanfeng- .Según una conocida leyenda, Zhang Sanfeng ideó la forma de unificar las enseñanzas del taoísmo, la medicina tradicional y las artes marciales en un solo conjunto después de ser testigo de la lucha entre una urraca y una serpiente . A partir de aquí, diseñó un método consistente en 13 posturas, basado en la interacción de los polos complementarios Yin-Yang y que combinaba armónicamente la acción y la calma, que se sumó a otros estilos de boxeo taoísta transmitidos exclusivamente entre los monjes durante siglos.
No es posible confirmar la veracidad de estos hechos, pero la realidad es que los monjes-guerreros de las montañas Wudang han estado practicando desde tiempos antiguos un arte especial que ha llegado con pocas alteraciones a las puertas del siglo XXI, y que ha sido considerado "el tesoro oculto en la montaña" de Wudangshan, una de las montañas sagradas del Taoísmo, transmitiéndose de forma personalizada y privada dentro de los muros de los grandes palacios taoístas.
Se dice de los estilos de Wudang que son suaves por fuera, pero que por dentro demuestran gran firmeza. Esta dureza se refiere al Qi, la energía interna que recorre el cuerpo de todos los seres vivos, y que puede ser cultivada mediante métodos esenciales de entrenamiento, como la meditación, la alquimia interna, el Qigong o el Taijiquan. Por eso los taoístas explican que del Taiji de Wudang tiene una triple naturaleza: combativa, artística y de educación física y mental.
La práctica de estilos internos permite cultivar este Qi, de modo que los órganos internos y los músculos reciben una "presión" extra que les permite trabajar con más eficacia, por lo que el interior del cuerpo se ve fortalecido, mientras que la apariencia externa es suave y relajada. El monje taoísta Zhong Yunlong, responsable de la Sala de Artes Marciales de Zixiao Gong, el Palacio de la Nube Púrpura, compara los movimientos de estos estilos con el rayo en su espontaneidad, rapidez y electricidad, y con el trueno cuando su energía se exterioriza (fa jin).
Jordi Vilà  

martes, 16 de junio de 2015

¿En que nos puede ayudar la terapia con cuencos tibetanos?

Carlos Santana¿En que nos puede ayudar la terapia con cuencos tibetanos?

El médium Edgar Cayce predijo que el sonido sería la medicina del futuro y esto ya está ocurriendo. Los grandes expertos en terapia de sonido ya han descubierto científicamente que mediante el sonido se puede conseguir la auto-destrucción de las células cancerosas y la curación de infinidad de enfermedades. Los cuencos tibetanos son instrumentos de curación, sanación, relajación y meditación, ayudándonos a establecer una vibración saludable en todo nuestro organismo, tanto a nivel físico, mental o psicológico, emocional y espiritualmente. Son un medio maravilloso para equilibrar los chackras y cambiar la conciencia desde un estado alterado de ansiedad y estrés hacia un estado de paz, relajación y serenidad, induciendo estados de sanación espontánea y estados místicos y elevando nuestra frecuencia vibratoria. Las personas que han experimentado un masaje sónico con cuencos tibetanos experimentan grandes cambios, mayor claridad mental, aumento de la creatividad, mayor concentración, mayor visión de futuro y una gran sensación de paz. El resultado es un individuo más productivo, más centrado, más feliz, más sereno, más equilibrado, más en paz consigo mismo.
Existe un espacio de paz en nuestro interior y los cuencos tibetanos nos ayudan a entrar en él, nos ayudan a resonar con nuestra verdadera conciencia o yo superior y con ese sentimiento de paz y serenidad que todos llevamos dentro. A nivel físico se utilizan en la curación de cualquier enfermedad; para recargar nuestro sistema energético, para aliviar el sufrimiento y el dolor (incluye el dolor emocional), para eliminar inflamaciones, para estados de ansiedad, angustia, estrés, depresión, tristeza, insomnio, hiperactividad. Hace que los sistemas biológicos funcionen con más homeostasis; calma la mente y con ello el cuerpo y tiene efectos emocionales que influyen en los neuro-transmisores y los neuro-péptidos, que a su vez ayudarán a regular el sistema inmunitario, el sanador que llevamos dentro. Origen e historia de la terapia del sonido con cuencos tibetanos Según el gran maestro bodhisattva tibetano Gwalwa Karmaza, los cuencos cantores del Tíbet emiten el sonido del vacío, que es el sonido del universo manifestándose. Son el símbolo de lo incognoscible y como aleación datan de la época del buddha histórico, Shakyamuni (560 - 480 a C.) Los orígenes de los cuencos tibetanos y su historia detallada se pierden en el pasado lejano y seguramente es un regalo de la religión chamánica Bon, que existía en el Tíbet varios siglos antes de la llegada del budismo. Tradicionalmente los cuencos tibetanos se utilizaban para la meditación y la sanación en los monasterios de monjes.

martes, 9 de junio de 2015

Cuerpo en movimiento mente en reposo.

carlos santana

El Cuerpo en Movimiento.
  Aquí es donde entra nuestro concepto-raíz. Cuando notamos nuestro sedentarismo cada vez más pronunciado, descubrimos que necesitamos aumentar nuestro tiempo de movimiento diario, nuestro nivel de dinamismo. La quietud física es estancamiento, mientras que la vida es fluida y dinámica. Nuestros procesos vitales se ven entorpecidos por nuestro excesivo sedentarismo. Para ayudarlos debemos mantener el cuerpo en movimiento. El movimiento es vida.
Los chinos dicen “agua que corre, no se pudre”…y cuánta razón tienen. Moverse mantiene joven el sistema óseo, muscular y tendinoso. Dinamiza la circulación de la sangre, estimula el fluido hormonal, masajea los órganos internos, preserva más tiempo la salud de nuestras articulaciones…y un largo número de etcéteras.
 Mover el cuerpo, brinda salud y bienestar y alarga la vida.El Qi Gong provee ejercicios de bajo impacto, que pueden ser practicados a cualquier edad.Cada rango etario tiene su plan de trabajo acorde a las posibilidades de cada persona, y siempre, pero siempre, el practicante notará poco a poco, que cada vez puede hacer más cosas.El ejercicio físico por otra parte, libera endorfinas, que son las hormonas de la salud y la felicidad. El placer es un sentimiento curativo, sanador. La risa, el placer, son ejercicios saludables que debemos procurar, y repetir.
La Mente en Reposo
¿Y la mente? La mente debe aquietarse. Aquietar y relajar el pensamiento, y suavizar la carga emocional.Nuestro cerebro es el órgano que más energía consume, simplemente, porque interviene y dirige todos los procesos de nuestro cuerpo. Todos absolutamente. Imagínese que alguien
que se encarga de tantas cosas, al mismo tiempo, necesita mucho cuidado. Una mente “llena de ruido” y acelerada, vibra y funciona con error. Una mente que periódicamente esa quietada, cuidada, sedada naturalmente, tiende a mantener sus capacidades y cuidar todos los procesos evitando así muchas enfermedades y padecimientos.
 Aquietar la mente es un proceso, no algo que “se decide y se hace” sin más. Probablemente lo primero sea intentarlo y fracasar. Es importante tomar conciencia de lo acostumbrados que estamos al vértigo.Podemos llegar a la mente por medio de la respiración. Respirar en forma consciente,observando objetivamente el proceso respiratorio, nos puede ser sumamente útil. También podemos llegar a la mente concentrándonos en el Dantian. Está demostrado que cuando lamente está en el Dantian, se calma.Como en todo, la prueba es esencial. Pruebe, experimente. Haga, y verá claramente lo que estamos explicando aquí. Siéntese cómodamente, sin apoyar la espalda, manos en el regazo, entrecierre los ojos y comience a respirar lenta, profunda, suavemente. Trate de enfocar su intención en la entrada y salida del aire. Si practica diariamente unos minutos de respiración consciente,probablemente nunca más deje de hacerlo.También desde el movimiento se llega a la mente. Desde el inicio, mover el cuerpo conscientemente tiende a relajar la mente. Prestarnos atención, registrarnos, sentirnos y observarnos nos pone en sintonía con nuestro ser interior, con nuestro Ser Sagrado.No me equivoco si te digo que si te prestas atención periódicamente, vas a quererte más, y si te quieres más, vas a prestarte más atención. Es un efecto que tiende a superarse a sí mismo Tanto para aquietar la mente, como para mover el cuerpo, hay técnicas, programas, ejercicios, métodos. La intención de esta nota es solamente tratar de resaltar la importancia de ambos postulados.Es vital que comiences un plan de acción, basado en aumentar el nivel de movimiento físico, y aquietar la mente en forma periódica. Actividades como el Taijiquan ( Tai Chi Chuan), o el Qi gong ( Chi Kun), son excelentes para alcanzar estos propósitos. Cada persona debe hacer su propia búsqueda.Si tu búsqueda es el Qi Gong, existen buenos profesores dispuestos a ayudar.
Buena Práctica!

Horacio Di Renzo