jueves, 31 de julio de 2014

La vivencia del momento y el objetivo final: la construcción del tiempo en el taichi

La vivencia del momento y el objetivo final: la construcción del tiempo en el taichi

LA DEPORTIFICACIÓN DEL TAI CHI CHUAN

La unidad temporal mínima del tai chi es la respiración: el ciclo completo de inspiración, apnea y expiración. El ritmo viene dado por la conexión entre las acciones motrices y la frecuencia y velocidad del ciclo respiratorio. La rápida ejecución de una acción conlleva una respiración acelerada, y así mismo, una lenta ejecución comporta una pausada respiración. La respiración es un medio para conectar lo consciente y lo inconsciente del ser humano, un paso necesario para la meditación. Pretende vincular aquello que damos cuenta mediante un acto de percepción interna, con lo que subyace en nuestro interior, con aquello que hemos adquirido y hemos introyectado sin habernos dado cuenta.
El maestro guía a los discípulos desde una dependencia temporal absoluta, donde el maestro marca tanto la
duración de la secuencia como el ritmo gesto-respiración, hacia una autonomía temporal en el que el alumno es dueño de su tiempo, de su particular universo. Un cosmos propio que puede tener una duración ilimitada y que tiene una mayor duración en base a la maestría del discípulo, mayor duración a mayor maestría; teniendo en cuenta que una mayor experiencia facilita la lentitud de las acciones motrices. Tan sólo la fatiga del discípulo o la disponibilidad del espacio delimitarán su prolongación en el tiempo. Un universo anclado en un tiempo cíclico, sin memoria, donde los resultados y rendimientos de los discípulos no se miden, no se comparan. Cada momento es importante y como tal ha de vivenciarse y entenderse. Independientemente de la maestría de cada discípulo, nadie gana, nadie vence. Todos son iguales, todos son amigos, todos son miembros de una misma colectividad.
La rutina de competición se realiza atendiendo al tiempo establecido por la Federación Internacional de Taichi para su ejecución (tanto mínimo como máximo), que marca la duración de la secuencia al que deben adecuar el ritmo gesto-respiración. Este tiempo varía en función de la rutina a realizar.
La competición, estructurada por un sistema de clasificación en base a una puntuación donde impera el
código estético filosófico, persigue un ranking o clasificación de todos los participantes. Para ello los participantes compiten y son valorados en base a tres aspectos con una nota de partida sobre diez puntos: acciones motrices de pies y brazos seis puntos, coordinación del las acciones (armonía) dos puntos y velocidad, estilo y espíritu dos puntos.
Se guarda memoria de cada actuación, por lo que podemos decir que el tiempo es lineal, una linealidad
marcada por el programa del campeonato. Un programa basado en los tiempos de ejecución impuestos para cada participante. Pero la realidad competitiva muestra una dimensión oculta, un contexto paralelo fundamentado en las vivencias de los participantes y los iniciados en la actividad donde la competición se concibe como un examen donde poner a prueba el trabajo introyectivo, un examen que tiene sentido en tanto que se mide con uno mismo. Por ello la puntuación obtenida le aportará información sobre su puesta en práctica de todo lo aprendido: una puntuación baja denotará un inadecuado trabajo introyectivo y una rutina errónea. El participante mediante la puntuación obtiene información sobre el grado de maestría en la actividad, un nivel que es incomparable en tanto que todos han vivido la introyección, a pesar de haberlo hecho con diferente profundidad. La comparación carece de sentido, el objetivo es seguir trabajando para lograr un mayor nivel de maestría. Viven el momento y esta situación hace que pierdan la noción
del tiempo y se les haga corto: “disfrutas tanto y estás tan inmerso en tu mundo que hace que los tres días que dura la competición se te queden cortos. Pierdes completamente la noción del tiempo .
La realidad temporal por tanto solapa dos contextos diferentes que conjugan el tiempo cíclico y el lineal,
siendo cíclico en las sesiones y de doble vertiente en la competición; desde el punto de vista del participante lavivencia del momento es lo realmente importante y la puntuación obtenida aportara información sobre el nivel de maestría logrado. Cada participante intentará superar su particular examen de grado, utilizando para ello la mejor arma y el mejor camino que conoce: la introyección. Por todo ello podemos decir que el tiempo en el taichi pasa por ser cíclico, para los competidores, y lineal a la vez en tanto que la observación realizada por la sociedad, como espectadores de la competición, mirará la clasificación de resultados realizada en base a la puntuación. La calificación numérica determinará que el ganador sea quien logre el escalafón más alto en el pódium, aquél que consiga la perfección en el código estético, en la acción motriz. Esta dimensión acerca al taichi a actividades como la gimnasia rítmica, la natación sincronizada o el salto de trampolín, donde la valoración del código estético de la acción motriz arrojará el resultado de la competición. Dichos deportes han logrado una estandarización y deportificación en tanto que han fijado elementos imprescindibles y evaluables objetivamente en las composiciones coreográficas. El taichi, a diferencia de dichos deportes, incorpora un elemento un tanto subjetivo, el espíritu, que se mide a través de otros
mecanismos incorporados en la evaluación. Este elemento puede generar discordia en tanto que elemento subjetivo y no evaluable directamente, componente que dificulta su estandarización y deportificación. En todas estas modalidades deportivas, la estandarización de modalidades competitivas facilita su homogeneización, reduciendo así las posibilidades del taichi en tanto que actividad heterogénea y diversa.
Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (EHU-UPV)

jueves, 24 de julio de 2014

El QIGONG TERAPÉUTICO “Un sistema de higiene personal”

El QIGONG TERAPÉUTICO “Un sistema de higiene personal”

A medida que los conocimientos sobre QiGong se van difundiendo en Occidente, aparecen nuevos estudios que hablan de cómo curar enfermedades a través de la energía Qi.
La “Curación” es una palabra mágica, que por si sola atrae la atención del mundo médico y del publico en general que mira a estas técnicas con desconfianza y con recelo, ¿pero que hay de verdad en todo ello?.
Primeramente para explicar los efectos terapéuticos de los ejercicios del QiGong, hay que hablar de la energía Qi, un concepto que en Oriente es aceptado como algo normal y sin cuestionamiento, ya que el otro
termino “Gong” hace referencia a el “desarrollo y control” de esta energía Qi.
La energía Qi, es un concepto abstracto que define al conjunto de fuerzas (por decirlo de alguna manera) que en el cuerpo humano provienen del aire aspirado, de los alimentos ingerimos y de la energía hereditaria o “Yuan Qi”, a todo este conjunto de fuentes de energía es lo que se denominaría el “Qi”.
Una de las cualidades de este Qi es el de animar y vivificar a todo el organismo, y puede ser desarrollado o potenciado a través de ejercicios físicos y mentales que se pueden aplicar a nivel terapéutico. Sus efectos han sido medidos a través de varios estudios científicos que demuestran sus resultados.
Por citar algunos, en 1994 en la Universidad de Showa, Japón, un grupo de médicos japoneses entre los que destaca el Dtor. Takashi Aoki, midieron los efectos de la emisión del Qi de algunos maestros, en ratas de laboratorio. Estos efectos fueron registrados en el funcionamiento de la glándula pineal, en la cual pudieron constatarse que era estimulada en su actividad por el Qi recibido, descartándose así los posibles
efectos placebos, todo este estudio quedo registrado en un protocolo medico y publicado en varias revistas medicas del Japón.
Otro estudio interesante fue el realizado por un grupo de doctores del departamento de Microbiología e Inmunológica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Wonkwang, en Corea, acerca de los efectos del QiGong en la estimulación de los Linfocitos T, sustancia ésta indispensable para el buen funcionamiento de la actividad defensiva del organismo. En ese estudio se pudo constatar un aumento en un 50% de la producción de Linfocitos T, en un grupo de personas que practicaba un tipo de QiGong denominado Chun Do Su Bup durante cinco meses, frente a otro grupo de personas sanas que no realizaba ninguna actividad física.
Los resultados fueron recogidos en el “American Journal of Chinese Medicina, de 1995 en su volumen XXIII. Para finalizar, otro estudio ilustrativo de los efectos terapéuticos del QiGong en personas enfermas, lo podemos tomar del trabajo que se realizo en el Hospital de Cáncer Jing Hwa, de Beijing. En este hospital se aplica un tipo de QiGong que se denomina “Auto control QiGong”, sistema éste desarrollado por la maestra Ming Wu en 1979 y basado en un método de andar con un ritmo determinado de respiración y
visualización.
Este sistema de QiGong a tomado sus conocimientos de un libro Taoista llamado “Ling Bao Hwa Fa” (Método Chino del Tesoros Espiritual que combina muchos principios de la Medicina Tradicional China y el Taoísmo). Este sistema de “QiGong caminado”, ha sido usado en China y Hong Kong y sus efectos han sido probados en un 80% de pacientes de Cáncer, obteniendo buenos resultado. Los estudios sobre este sistema dicen que utilizando este método, las personas enfermas se recuperan más rápidamente y en algunos casos se consigue reducir la medicación de algunos pacientes.
Todo tipo de QiGong es bueno para un gran numero de enfermedades, siempre y cuando se practique con naturalizad y sobre todo “regularidad”, si se practica ocasionalmente y con poca convicción de sus efectos, difícilmente se podrán constatar sus resultados. Por ejemplo en el sistema descrito más arriba de “Auto Control QiGong”, los pacientes que van al hospital a seguir el tratamiento de ejercicios de QiGong, deben de practicarlo de tres a cuatro veces al día, durante unos 45 minutos cada vez para obtener buenos resultados, no hay que olvidar que son pacientes con algún tipo de Cáncer. Durante ese tiempo, el paciente debe de intentar olvidarse de todos sus problemas habituales y concentrarse en la practica, dicen los maestros que dirigen estos grupos: “ que de esta manera las células malas y la energía negativa puede comenzar a reemplazarse por células sanas y energía positiva”. Solo así se puede empezar a cambiar
la enfermedad por salud: practicando QiGong (o ejercicios Terapéuticos), comiendo correctamente, durmiendo lo suficiente, liberándose del estrés tan común en nuestros días y con la ayuda de alguna técnica terapéutica.
Sifu Sebastián González

lunes, 14 de julio de 2014

3 ejercicios para sentir el Dantian.

3 ejercicios para sentir el Dantian.

1. Bajar el corazón al dantian.
Nos colocamos de pie, con el cuerpo natural y relajado y los pies separados a la distancia de los hombros. La columna vertebral se yergue sin tensión y los brazos cuelgan sueltos. Respiramos con naturalidad.
Durante la inspiración, llevamos el aire y la energía hasta los pulmones y el dantian umbilical, mientras levantamos los brazos lateralmente hasta la altura de la cabeza. En la espiración, las dos manos se sitúan delante el pecho con las palmas hacia el suelo y van presionando lenta y gentilmente hasta delante del ombligo. Mientras, dejamos que el aire salga suavemente por la nariz o la boca. Con la intención imaginamos cómo la energía del corazón y de los pulmones desciende por el interior del cuerpo hasta el dantian abdominal, como si el propio corazón descendiese hasta el bajo abdomen. Repetimos un mínimo de nueve veces.
Atención: al inspirar no debemos imaginar que el corazón vuelve a ascender.

2. Unir los tres sentidos en el punto original.
En la misma postura que en el ejercicio anterior, se sitúa las manos ante el ombligo, como sosteniendo una esfera muy liviana. Con una mirada interna, fijamos la atención visual en el interior de la esfera, usamos los oídos para escuchar la esfera y la intención para sentir la esfera. Con la práctica, notaremos una agradable sensación de calidez y hormigueo en las manos. Debemos practicar muchos días hasta que esta sensación aparezca automáticamente. Sólo entonces podremos trasladar la esfera al interior de nuestro dantian abdominal, y practicar el mismo ejercicio de "mirar la esfera, escuchar la esfera, pensar en la esfera".
Este mismo ejercicio puede practicarse sentado en una silla, en el suelo con las piernas cruzadas, o bien tumbado. En pocas semanas puede aparecer una sensación distintiva de tibieza líquida dentro del dantian, y también fenómenos como presión, espasmos, pinchazos, sensación de peso
y solidez, etc. Dichas sensaciones son beneficiosas y no deben preocuparnos. Nuestro profesor nos ayudará a gestionarlas y a profundizar en la práctica.

3. Hacer rodar una esfera.
En la misma postura que en los anteriores ejercicios, sostenemos una esfera de unos 25-30 cm. de diámetro, esta vez delante del pecho. Tras dedicar unos minutos a "mirar la esfera, escuchar la esfera, pensar en la esfera", empezamos a hacerla girar verticalmente, de modo que las palmas de las manos van girando (una hacia arriba y la otra hacia abajo, una hacia delante y la otra hacia atrás) con lentitud y relajación, sin llevar ningún ritmo respiratorio concreto, girándolas 18 veces hacia el exterior y 18 hacia el interior.
Practicamos este ejercicio varias semanas hasta que aparezca una agradable sensación de calidez y hormigueo en las manos. Sólo entonces podremos pasar a la segunda fase del ejercicio, que consiste en imaginar que al girar la esfera que sostenemos en las manos, nuestro dantian abdominal también gira en la misma dirección y a la misma velocidad. Con el tiempo podremos sentir cómo dentro de nuestro abdomen, una pelota parece rodar al ritmo de nuestra energía.

lunes, 7 de julio de 2014

El sable (dao)

El sable (dao)

Dao se traduce a menudo por "sable", pero en realidad cualquier arma de un solo filo, independientemente de su longitud, puede clasificarse como dao. Voy a limitar mi exposición a los dos tipos de dao de hoja curva que se emplean en las artes marciales chinas. La longitud ideal del arma varía dependiendo de la estatura de su dueño, pero como referencia, teniéndola agarrada por el mango debería llegar a rozar el suelo. El dao era el arma característica del soldado de infantería, el escolta de caravanas y el bandido porque, comparada con otras, era barata, fácil de utilizar y muy versátil, sobre todo en las distancias cortas. Sus técnicas se pueden adaptar para utilizarlas con un bastón, un periódico enrollado e incluso con las manos vacías.
Según la tradición, la invención del dao se atribuye tanto al legendario emperador Sui Ren Shi, de la dinastía Sui, como al Emperador Amarillo (2698-2598 A.C.). Al dios del dao, Cang Er, se lo identifica con el tigre, por ello las posturas son largas y bajas, y abundan los movimientos de agazapamiento, saltos y tajos. En el Tai Chi Chuan hay dos tipos fundamentales de dao simple. La hoja del más común va ensanchándose a partir de la empuñadura y tiene forma de hoja o de pez. El otro se parece más a laskatana japonesas y es más apropiado para las estocadas, aunque no es tan fácil apoyar en el lomo la mano libre. Las dos variedades suelen llevar una cinta o un pañuelo de color atado al pomo. Existen varias teorías sobre su función, yo creo que se utilizaba simplemente para limpiar el sudor o la sangre de las manos. También es probable que se enrollara alrededor de la mano para evitar perder el arma al impactar con algo o alguien.
Existen ocho técnicas básicas de dao:
·         Pi, cortar o tajar desde diferentes ángulos.
·         Ci, clavar, atravesar.
·         Tan, "buscar", con un tajo ascendente hacia la ingle.
·         Tuo, empujar hacia arriba, apoyando la mano libre en el lomo de la hoja.
·         Ti, alzar o elevar el sable, normalmente con el filo hacia arriba.
·         Liao, "remover", por ejemplo con un movimiento continuo de bloqueo y corte.
·         Chen, "hundir", utilizando el sable para empujar hacia abajo el arma o el cuerpo del oponente.
·         Lu, aplicación lateral de la fuerza para desviar un ataque.
En esencia estas son las técnicas ortodoxas. Además, el pomo del dao puede utilizarse en las distancias cortas para golpear puntos vitales; el lomo de la hoja se puede usar cuando no se desea causar una herida grave con el filo; y el plano puede servir para rechazar o apartar el arma o el brazo del contrario. También hay técnicas preventivas, como pegar el dao al cuerpo,  por ejemplo en el movimiento "Girar ocultando el sable", para proteger la parte posterior del cuello y las piernas al girar.
El dao es un arma para las distancias corta y media, y por ello más versátil que la lanza o la espada. Al tener sólo un filo, la mano libre puede apoyarse en el lomo y éste se puede deslizar pegado al cuerpo al girar mientras se hacen cortes en distintas direcciones. Al emplearse en distancias cortas, en el dao de Tai Chi abundan las técnicas de quinna (captura y luxación) y las patadas. A pesar de ello, muchos practicantes descuidan el uso de la mano libre en el ataque y en la defensa, atendiendo sólo a la mano que empuña el arma, la propia y la del contrario. Un grave error y un desperdicio de recursos.

¿Era el dao un arma eficaz? El dao con forma de hoja o de pez no era muy útil para la estocada, ya que su diseño dificulta una penetración limpia de la hoja. Además, la guarda del dao es puramente funcional y no sirve para atrapar la hoja del oponente. Incluso para cortar presenta inconvenientes. Cuando trabajaba como inspector en el departamento de investigación criminal de la Real Policía de Hong Kong pude ver a víctimas de peleas entre bandas con cortes producidos por dao de kung fu, o cuchillos de carnicero. Y aunque algunos tenían dedos o extremidades cercenados o casi, otros, a pesar de haber recibido múltiples cortes en la cabeza y en la espalda podían caminar y moverse más o menos con normalidad. El mejor blanco para el dao serían las zonas delicadas como la cara o las articulaciones.