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La leyenda
atribuye a Boddhidharma o Damo, 28º Patriarca del Budismo Mahayana, la
creación de ésta serie de 12 ejercicios muy fáciles de realizar que actúan
sobre las fascias, músculos, tendones y huesos, aportando fortalecimiento a
nivel físico, además de equilibrio energético que aporta calma emocional y
mental. Boddhidharma, monje budista, viajó por toda China llevando con él los
Tres Sutras para establecerse finalmente en el Templo de Shaolin en la
provincia de Henan. Fue el fundador del Budismo Chan, más tarde conocido en
Japón como Budismo Zen.
Cuenta la
leyenda que Bodhidharma se pasó nueve años meditando en una cueva, y durante
todo éste tiempo se dio cuenta que la falta de movimiento en su cuerpo
durante las largas sesiones meditativas le causaban fatiga, dolor y
enfermedad. Sus discípulos sufrían las mismas consecuencias y a menudo se
quedaban dormidos mientras meditaban. Damo creó ésta serie de movimientos,
basados en las posturas del Yoga Indio, en los ejercicios de movilización
energética Taoista y en las propias observaciones sobre la motricidad de los
animales, con el fin de que los monjes tuvieran un estado saludable. Damo,
cuya leyenda también le atribuye la creación de las artes marciales chinas o
wushu, junto a la entera comunidad monacal, practicaban ésta serie de
ejercicios después de la meditación y antes de su entrenamiento marcial.
Los 12
ejercicios: Wei Tuo ofrece una ofrenda (I, II y III), Coger una estrella y
cambiar la constelación, Estirar a 9 bueyes por la cola, Extender las palmas
de la mano como la grulla blanca lo hace cuando despliega sus alas, Los nueve
fantasmas esgrimen las espadas, Tres platos caen al suelo, El dragón negro
muestra las garras, El tigre salta sobre la presa, Reverencia final para
saludar y Mover la cola, son amplios, armoniosos y gráciles y ejercen un
efecto terapéutico sobre las áreas osteomuscular y articular del
aparato locomotor, ejerciendo además un efecto benéfico sobre los
sistemas: respiratorio, nervioso, digestivo y cardiovascular.
Yi Jin
Jing actúa a un nivel profundo sobre las fascias y tejido conectivo presente
en todo el organismo que forma un soporte por donde se moviliza el Qi,
evitando estancamientos energéticos.
Cada
movimiento no es un hecho aislado sino una sucesión de interacciones que
implican una coordinación nerviosa, muscular y kinetica. La coordinación nerviosa
activa una excitación e inhibición del sistema nervioso central, la
coordinación muscular desarrolla la contracción y distensión de las fibras de
la masa muscular mientras la coordinación kinetica engloba la combinación
espacial y temporal de todas las partes del cuerpo para ajustar la condición
funcional al mensaje enviado por el sentido propioceptivo.
La
actividad analítica o aislada de un músculo no existe, los movimientos
implican la concurrencia de agonistas, estabilizadores, y otros que conforman
una sinergia muscular, por tanto se establece un trabajo en forma de cadenas
musculares. El sistema de Qigong Yi Jin Jing concibe el cuerpo humano
como un "todo" que funciona como una orquesta, sonando
acompasadamente en cada instante bajo el principio de unidad funcional. Yi
Jin Jing trabaja cadenas kineticas.
Cualquier
"cadena" es tan fuerte en función de su eslabón más débil. Quiere
decir que si solicitamos una participación integrada de una cadena kinética,
debemos asegurarnos la respuesta adecuada de cada unos de sus eslabones:
músculos, tendones y articulaciones, con el fin de evitar que en la
realización de un movimiento integrado algunas de las estructuras puedan
lesionarse por no poseer una buena capacidad de respuesta.
El
encadenamiento muscular se sostiene durante un intervalo de tiempo que dura
entre 3 y 5 segundos, a diferencia de los sistemas de Qigong Taoista que
alternan solo un instante de extensión máxima o máximo yang, para pasar
inmediatamente a la distensión o fase yin. Al activar las cadenas musculares,
también se estimulan los meridianos principales dado que su trayecto coincide
con las mismas, por tanto aumenta la distribución de Qi y sangre sobre las
aéreas trabajadas. Se alternan, entonces posturas estáticas y dinámicas.
En algunas
posturas se trabajan fuerzas isométricas, en las que existe un tipo de
contracción muscular, que genera una fuerza que no moviliza ninguna masa
voluntariamente. Es, por tanto, una fuerza estática que no produce un
movimiento, sino que permite el mantenimiento de esa misma postura. La fuerza
isométrica produce hipertrofia muscular, es decir, desarrolla masa muscular;
recordemos que los monjes pasabas largas horas en posición sedente, sin
moverse, por lo que perdían masa muscular y se debilitaban.
Con los
ejercicios de fuerza isométrica crecen las paredes del corazón, dado que se
necesita una mayor fuerza para bombear la sangre. Los músculos que se
desarrollan en esta serie de ejercicios, presionan las arterias, y la sangre
necesita un mayor impulso para atravesarlas. Con una práctica diaria de Yi
Jin Jing mejora el sistema cardiocirculatorio.
Las
posturas de torsión están pensadas para “escurrir” la sangre venosa de los
órganos internos y permitir que la sangre oxigenada fluya hacia ellos, cuando
se suelta la postura. Además, las torsiones crean fuerzas y contrafuerzas
alrededor de los huesos que activan y estimulan la medula ósea, éstos
ejercicios son muy indicados para la prevención de la osteoporosis.
Yi Jin
Jing presta atención prioritaria a la columna vertebral que es el eje del
cuerpo y a sus discos intervertebrales que amortiguan los traumas entre las
vértebras pero que a la vez son vulnerables a herniarse y a comprimir
nervios. Varios ejercicios del Yi Jin Jing engloban la extensión, flexión y
torsión de la columna lo que proporciona suministro de nutrientes y alimento
a las vertebras que se mantienen sueltas y saludables. El trabajo sobre la
columna activa el meridiano Gobernador (Du Mai).
La
respiración es abodominal invertida y la fase de espiración coincide con el
encadenamiento muscular, la torsión o la fuerza isométrica.
Los
ejercicios son muy sencillos y fáciles de aprender e integran diversas
técnicas de qigong como Tu Na (respiración) en la cual mediante la fonación
del sonido “Jai” se contraen los músculos abdominales para asegurar la
continuidad de la cadena muscular posterior en el movimiento “Tres platos
caen al suelo”. También se utiliza la técnica de Tui Na (Automasaje) “Tocar
el Tambor Celestial” para movilizar la energía original a través de “El Cojín
de Jade” en el ejercicio “Reverencia final para saludar”.
Cada
practicante puede adaptar el entrenamiento según su condición física o edad.
La clave está en un entrenamiento progresivo.
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