Lu Shengli
No son pocos los practicantes de artes internas que tras años de trabajo
se sienten frustrados y decepcionados al comprobar que lo que han aprendido no
funciona en un combate de competición, y aún menos en un enfrentamiento real.
En este artículo extraído del libro de reciente publicación Técnicas de combate
de Taiji, Xingyi y Bagua, Lu Shengli analiza este problema y describe las bases
y los pasos necesarios para entrenar eficazmente las aplicaciones.
El entrenamiento básico del gongfu y la práctica de las aplicaciones son
los dos pilares de la instrucción de las artes marciales chinas tradicionales.
El entrenamiento básico del gongfu, que comprende los trabajos de estiramientos
y fuerza, las posturas estáticas y la práctica de la forma, constituye el
fundamento de las habilidades básicas. La práctica de las aplicaciones
desarrolla las técnicas de lucha. El doble objetivo del entrenamiento básico
del gongfu en el ámbito de las artes marciales internas es acondicionar el
cuerpo para que pueda ejecutar todas las técnicas marciales, y modificar los
componentes internos (shen, yi y qi) a fin de que puedan adaptarse a los
principios de las artes marciales y a los requisitos propios de sus técnicas.
Dado que el primer objetivo es relativamente fácil de comprender, el
entrenamiento se centra normalmente en el segundo, y para ello el mejor método
es la práctica de la forma. En la práctica de las artes marciales tradicionales
siempre se han incluido numerosas formas. Normalmente se requiere un largo período
de práctica para dominar el entrenamiento de la forma antes de pasar al
entrenamiento de la aplicación. Por lo general se considera que si no tenemos
una buena base nunca alcanzaremos un verdadero dominio de las aplicaciones.
Debido a que los principios y las características de las artes marciales
internas son muy diferentes de los de otras artes marciales, el entrenamiento
de las aplicaciones también lo es. Por desgracia, en los últimos cien años muy
pocos grupos han ofrecido a sus alumnos un entrenamiento sólido de las
aplicaciones. Esta carencia se debe a diferentes razones, pero la principal es
que el entrenamiento básico del gongfu se consideraba tan importante que se
dedicaba poco tiempo a la práctica de las técnicas de lucha. Este excesivo énfasis
en el entrenamiento básico del gongfu en detrimento relativo del entrenamiento
de las aplicaciones ha sido muy habitual, por lo que muchos conocimientos se
han perdido para siempre. Incluso hay grupos de artes marciales que siguen
siendo famosas hoy en día por las técnicas de lucha heredadas de pasadas
generaciones pero cuyos practicantes actuales carecen de habilidades de combate
de alto nivel. Aunque conocen muchas formas, estos artistas marciales carecen
de experiencia en la aplicación de los movimientos que tan intensamente
practican.
El entrenamiento de las aplicaciones
En la mayoría de los grupos o escuelas de artes marciales el principal
entrenamiento de aplicaciones es chai shou o “tomar técnicas parciales de las
formas”. Esto significa aislar cada técnica de la forma para practicarla y
comprender su aplicación con detalle. Este entrenamiento proporciona
conocimientos sobre cómo combatir utilizando las técnicas desarrolladas con la
práctica de la forma. En chai shou se trabaja cada técnica en detalle. El
profesor debe analizar la dirección, el ángulo, la oportunidad (timing), la
fuerza y los métodos para conectar todas las técnicas y cambiar de una a otra.
Luego, según este análisis, los alumnos practican cada técnica primero
individualmente y luego con un compañero. En los diferentes estilos y grupos de
artes marciales se utiliza una amplia variedad de técnicas y pasos en el
entrenamiento.
A diferencia de los métodos de adiestramiento de otros estilos de artes
marciales, tanto las técnicas como el objetivo de la práctica de la forma en
las artes internas son diferentes de las utilizadas en el entrenamiento de las
aplicaciones. Los movimientos que se practican con la forma son diferentes de
los movimientos análogos aplicados al combate. En la práctica de la forma, por
ejemplo, los movimientos siempre deben ser grandes para entrenar las
habilidades internas. Sin embargo, al entrenar las aplicaciones los movimientos
deben ser pequeños para que tengan la máxima eficacia.
En la práctica de la forma se enfatiza la precisión del movimiento
porque el movimiento correcto aumenta la conciencia y la fluidez de los
componentes internos. Por otro lado, en el entrenamiento de las aplicaciones se
hace hincapié en la habilidad de cambiar y variar los movimientos y las técnicas
con suavidad y rapidez. La habilidad de cambiar es poder pasar de una técnica a
otra fluidamente, mientras que la variación consiste en poder aplicar una técnica
de diferentes modos en cada momento según lo requiera la situación. Cada técnica
tiene muchas variaciones, y si se quieren desarrollar las habilidades de lucha,
se deben dominar todas las variaciones. Normalmente estas variaciones no se
aprenden en la práctica de la forma, y por ello hay alumnos que dedican muchas
horas a las formas y que a menudo se desesperan al descubrir que sus técnicas
no pueden aplicarse directamente en situaciones de lucha.
Es importante que comprendamos los beneficios que pueden producir los
diferentes métodos de adiestramiento y lo que queremos conseguir con nuestra práctica.
El entrenamiento de las formas no puede aportarnos una comprensión de las
aplicaciones. Para ello es necesario entrenar las aplicaciones con sistemas
como el chai shou. El proceso tradicional del estudio de las aplicaciones nos
ayudará a comprender cómo utilizar las diferentes técnicas desarrolladas a través
de la práctica de la forma.
En el entrenamiento de las aplicaciones, el profesor debe explicar cómo
pueden utilizarse en un combate real los movimientos de la forma y,
especialmente si se quiere desarrollar habilidades internas de alto nivel, el
profesor debe ofrecer su cuerpo como objetivo, de manera que sus alumnos puedan
practicar la aplicación de cada movimiento con ellos. De este modo, los
profesores pueden comprobar si los alumnos han comprendido de verdad las técnicas,
y este tipo de comprensión es lo que les permitirá progresar a través de una práctica
continuada y especializada hasta alcanzar la maestría.
Aunque los pasos a seguir en el entrenamiento de las aplicaciones
difieren entre unos grupos y otros, éstos pueden dividirse generalmente en dos
tipos básicos: la aplicación de una técnica fija y la aplicación de variaciones. En cada caso se
emplean diferentes métodos de entrenamiento. En la aplicación de una técnica
fija, el profesor explica cada movimiento con todo detalle y luego muestra cómo
puede aplicarse correctamente, sobre todo en lo referente al ángulo y a la
oportunidad (timing). Sin un ángulo y una oportunidad correctos no se puede
ejecutar ninguna técnica eficazmente. Tras una explicación detallada, los
alumnos deben practicar cada técnica con un compañero para poder
"sentir" cuándo la aplicación es correcta. Esto se llama
"entrenamiento alimentado" porque nuestro compañero nos va
"alimentando" con diferentes movimientos y nosotros reaccionamos
aplicando la técnica apropiada.
En la aplicación de variaciones de una técnica el profesor explica todas
las variantes posibles de cada aplicación. Las más comunes consisten en aplicar
la técnica desde lados y alturas diferentes. Algunas requieren cambios
significativos de los movimientos básicos. Los alumnos deben practicar cada
variación de forma separada y comprender el significado subyacente de cada técnica,
y por último deberán ser capaces de crear sus propias variaciones.


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